“He tomado pastillas de todos los colores”. Ben Johnson ante el juez.
Hace tiempo (unos años) escribí un artículo sobre Dopaje y Deporte. Hoy, buscando un archivo en el ordenador lo he encontrado por casualidad, por lo que como sé que este tema suscita mucho interés aquí tenéis (por la extensión he decidio publicarlo en dos posts):
El
deporte constituye hoy en día una realidad secundada por cientos de millones de
personas a nivel mundial. En nuestro país no ocurre lo contrario y los
acontecimientos deportivos están totalmente presentes en las vidas cotidianas
de los ciudadanos.
De tal forma están presentes estos acontecimientos que los
mismos propician la configuración de determinados patrones en días específicos;
¿por qué está desierta siempre Madrid cuando su equipo de fútbol se enfrenta al
Barcelona?, ¿por qué el periódico en soporte físico más leído del país es
el periódico deportivo Marca?, ¿por qué
el acontecimiento más importante en términos logísticos, monetarios y de
movimiento humano son los Juegos Olímpicos y después de
éstos los Mundiales de la FIFA. Con estos ejemplos podemos ver como el deporte
está totalmente arraigado en nuestra sociedad.
El conseguir llegar a los
límites físicos es una cosa que siempre ha fascinado al ser humano y ha sido
objeto de culto y devoción. Pero éste es el lado del espectador, el de la
audiencia, el de los seguidores y aficionados que hace que el deporte sea tan
valorado. Los verdaderos héroes están en la otra cara de la moneda. Ellos son
los que proporcionan el espectáculo y los que lo sufren.
No
hay nada más grande para un deportista que la victoria, un oro olímpico, un
maillot amarillo o rosa, una copa del mundo… pero esto sólo está al alcance de
unos pocos privilegiados a base de entrenamiento, sufrimiento y disciplina
diaria, siempre teniendo en cuenta el factor genético, elemento primordial a
tener en cuenta en tanto en cuanto el deportista de élite es 40% genética y 60%
entrenamiento. Son muchas horas de dedicación, sufrimiento y soledad que tienen
su recompensa en una victoria sobre el semejante. A veces, los principios
éticos del deportista se tergiversan al centrarse en la victoria como único
objetivo del trabajo realizado, y aspiran a ella por medio de mecanismos biológicos
artificiales, que lo ponen en superioridad física respecto al contrincante en
igualdad de condiciones, en una especie de “el fin justifica los medios”.
Y
este tema está de actualidad. A voz de pronto podemos recordar el Tour de Francia y el escándalo
generalizado en el ciclismo, Marion Jones y Tim Montgomery en atletismo,
Osama Meloulli en natación y un sinfín de
deportistas que sabiéndolo o sin saber pasaron a formar parte de la lista de
los tramposos. Espero que este año se presente como un año limpio para el
deporte, en tanto constituye la mejor manera para promulgar los principios de
confianza y respeto hacia el adversario ya que como dijo Aristóteles “la
victoria más dura es la victoria sobre uno mismo”.
Eso es lo realmente importante.
Eso es lo realmente importante.
CONCEPTOS BÁSICOS
La
palabra dopaje proviene etimológicamente de la lengua de una tribu del este de
África del Sur donde se denominaba “dop” a una bebida que ellos fabricaban, la
cual tenía propiedades estimulantes y proporcionaba valor y fortaleza en las
batallas.
Actualmente
entendemos por dopaje o doping la “administración de fármacos o
sustancias estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento del
organismo con fines competitivos".
Otra
definición más completa y técnica es la usada por el Comité Olímpico
Internacional, la cual fue promulgada en
la Conferencia Mundial sobre el
Dopaje en el Deporte en 1999. En la misma se define dopaje como “el uso de un
artificio (sustancia o método), potencialmente peligroso para la salud de los
deportistas y/o susceptible de mejorar su rendimiento, o la presencia en el
organismo de un deportista de una sustancia, o la constatación de un método,
que figuren en la lista anexa al Código Antidopaje del Movimiento
Olímpico"
Sin
embargo, la mejor definición para el citado asunto fue la dada por la Agencia
Mundial Antidopaje, la cual introduce nuevas referencias. El código mundial
antidopaje de dicha agencia propugna como dopaje los siguientes hechos:
1. “Cuando se detecta la presencia de una sustancia
prohibida o de los metabolitos o de los marcadores de esa sustancia en el
cuerpo de un deportista. En algunas sustancias está permitida la presencia del
organismo, pero solamente hasta un límite máximo de concentración en la orina”.
El ejemplo más
característico, mediático y pionero que podemos encontrar como contravención de
esta regla, la cual es la más vulnerada debido a que define esencialmente la
actividad ilícita de utilización de sustancias prohibidas con conocimiento o
desconocimiento del propio atleta pudo ser el positivo por esteroides de Ben
Johnson en la final de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Seúl
1988. Con
9.79 segundos había establecido un nuevo record del mundo, para muchos el mejor
registro establecido en la historia del atletismo teniendo en cuenta la época,
sistemas de entrenamiento y avances tecnológicos que para aquel entonces existían
(tengamos en cuenta que el actual record del mundo está establecido por Asafa
Powell en 9.74, 19 años después y sólo se han podido bajar 5 centésimas
respecto de aquella marca).
2. “Cuando
se usa o se intenta usar una sustancia prohibida o un método prohibido”.
Equivale a la anterior regla
pero cuando el deportista es pillado infraganti, es decir, la situación a la
que se le asocia no hace necesario el análisis por la gran evidencia que de la
misma se desprende. Un ejemplo podría ser el video de Fabio Cannavaro hace seis años inyectándose Neotón (fosfato de creatina)
para mejorar su rendimiento deportivo. Sin embargo el Neotón no está
considerada sustancia dopante por la AMA por lo que este ejemplo sólo sirve de
ilustración para comprender la práctica regulada por el artículo. Actualmente
debido a ese video ha habido muchos debates sobre su ilegalización sobre todo
en Italia.
3. “Cuando
un deportista se niega a someterse a un control de dopaje o injustificadamente
no acude a someterse a un control de dopaje después de habérsele notificado”.
El ejemplo que mejor explica
este caso es el de los velocistas griegos Kenteris y Thanou en
las semanas previas al inicio de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Estos
atletas después de no haberse presentado a un control antidopaje rutinario,
sufrieron un accidente de moto. Ha habido especulaciones de que los corredores
pudieron haber simulado el accidente de motocicleta. Fueron suspendidos por no
haberse sometido al control de doping.
4. Cuando no
da información o da una información errónea sobre el lugar en el que se
encuentra en cada momento.
Remontémonos a Julio del año
2007. Durante el desarrollo del Tour de Francia nos sorprende la noticia de que
Michael Rassmussen, ciclista danés que va liderando la clasificatoria es
suspendido por su propio equipo, el Rabobank, por haber mentido sobre su
paradero durante los entrenamientos previos al Tour, al decir que se encontraba
en México, cuando en realidad estaba entrenando en los Dolomitas italianos. Le
sacaba más de tres minutos de diferencia al segundo clasificado, el español
Alberto Contador, que sería quien finalmente ganaría dicha edición. El ciclista
hace pocos meses declaró que mintió por “problemas matrimoniales”.
5. “Si hace
trampas, o intenta hacer trampas, cuando está siendo sometido al control de
dopaje.”
Existen ocho formas de
intentar falsear un control antidopaje, aunque actualmente, los médicos al
conocer las tácticas se llevan mucho más cuidado a la hora de analizar las
muestras y descubren muchos de los fraudes. Estos ocho métodos son:
Autotransfusiones: de reciente actualidad por
el doctor Eufemiano Fuentes.
Son muy simples pero muy peligrosas para la vida de la persona. Muy utilizadas
en el ciclismo profesional. Su metodología consiste en sacar la máxima cantidad
de sangre al deportista en el período de máxima concentración de glóbulos rojos
debido al trabajo en altura. A las tres
semanas, se lleva a cabo la extracción de la sangre y se centrifuga para
obtener un concentrado de glóbulos rojos.
Éste se congela durante un mínimo de 5 semanas y acto seguido se le inyecta en el período requerido por el desgaste físico, competición importante… Ej.: Alexander Vinokourov en el Tour de Francia de 2007, Tyler Hamilton.
Sustituir la muestra de
orina: o
simplemente dar el cambiazo del bote, orinar con un pene de plástico (aunque
parezca muy rudimentario tuvo su época) en el cual se ha introducido orina
“limpia” o inyectar orina “limpia” en la vejiga del deportista minutos antes de
pasar el control. Ej.: la velocista de 100 metros lisos Katrin Krabbe (campeona europea y del mundo de 100
metros lisos).
Anabolizantes de diseño: La aparición de la THG mostró que existen laboratorios
que trabajan en el contra-anti-dopaje: desarrollan sustancias nuevas a partir
de pequeñas transformaciones de moléculas prohibidas. En otras palabras, toman,
por ejemplo, un esteroide anabolizante (hormona prohibida que estimula el
desarrollo muscular de forma artificial) y realizan una leve modificación en su
estructura química para escapar a los controles.
Enzimas en polvo: el siguiente caso explica a
la perfección en qué consiste este método: “un
deportista acude al control antidopaje una vez finalizada la competición. Justo
antes de orinar, abre su mochila, extrae un pequeño bote, lo abre y vuelca un
poco de polvo en sus manos y se frota las manos con él.
El deportista recibe otro bote del médico de la competición. En él debe depositar su muestra de orina. Toca el bote, manosea la cara interior antes de orinar en él. El objetivo no es otro que impregnarlo de ese polvillo con el que se ha frotado las manos.
El misterioso polvo contiene “proteasas”, enzimas que descomponen las proteínas... ¡proteínas como la hormona de crecimiento o como la EPO!”
Hiperhidratación: es el más sencillo de todos
estos métodos. Bebe tanta como puedas. A más agua, más diluida estará la orina
y las sustancias que la misma lleva. Hay deportistas que para eludir el
positivo llegan a beber hasta 4 litros en menos de 15 minutos.
Falsear muestras en
sangre: consiste
en recibir sueros intravenosos para
conseguir una mayor dilución de la sangre.
Sustancias de reciente
aparición: al
no ser conocidas por los laboratorios antidopaje no se pueden detectar. Un
ejemplo es la EPO, la cual comenzó a
estar disponible en 1987 y empezó a ser detectada trece años después. Es lo que le pasó con la darbepoyetina
a Johann Muehlegg (alemán pero nacionalizado español) en los Juegos Olímpicos
de Invierno de Salt Lake City, cuando hizo historia al ganar tres medallas de
oro en esquí de fondo. Otro ejemplo es el THG y el escándalo de los
laboratorios BALCO con Marion Jones, Tim Montgomery, etc.
Calcular tiempos de
eliminación: esto es pura matemática por lo que hay bastante probabilidad de errar en
la misma debido a que la mayoría de controles son sorpresa.
6. “Si el
deportista o el personal de apoyo al deportista se halla en posesión, o
administra, o trafica con cualquier sustancia prohibida o método prohibido, a
no ser que el deportista tenga una autorización expresa para utilizarlo por
parte de la autoridad de control de dopaje correspondiente”.
Aquí podemos mencionar el
conocido “caso Festina”. Este caso marcó el inicio de la lucha contra el dopaje
en el Tour de Francia y en el mundillo del ciclismo profesional y amateur. En
Julio de 1998, en pleno Tour de Francia, la gendarmería francesa descubre que
el masajista del equipo Festina estaba transportando en el maletero de su coche
400 frascos de sustancias prohibidas y 250 ampollas de EPO. Todas estas
sustancias demostraron que la gran mayoría de ciclistas del mencionado equipo
las usaban. El principal ciclista que cayó en este escándalo fue el famoso
escalador francés Richard Virenque.
7. “Cuando
se administra o se intenta administrar una sustancia o un método prohibido a un
deportista o cuando se asiste, incita, contribuye, instiga, intenta disimular o
se intenta, en definitiva, que el deportista se dope..”
Este artículo viene a ser un
resumen de todos los preceptos anteriores debido a que no nos aporta nada
nuevo.Como se puede constatar dichas prácticas no son acordes con el juramento
olímpico, el cual propugna: “En nombre
de todos los competidores, prometo que participaremos en estos Juegos
Olímpicos, respetando y ateniéndonos a las reglas que los gobiernan, comprometiéndonos
a un deporte sin dopaje y sin drogas, con el espíritu verdadero de la
deportividad, por la gloria del deporte y el honor de nuestros equipos.”
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